Translate

viernes, 14 de diciembre de 2012

Volver a la infancia.

Hoy he empezado a añorar mi infancia. Ver a mi hermano con sus deberes de primaria, aprender a escribir, que se le haya caído su primer diente... Me ha hecho echar de menos ser niña. Cuando jugaba con mis barbies, cuando esperaba con ilusión a Papá Noel y a los Reyes Magos, cuando mi madre me despertaba cada mañana y me vestía con muchos colores, cuando jugaba en el patio al pilla-pilla, o al escondite. Cuando me quedaba en el comedor y jugábamos a mojar la servilleta y ponerla en el radiador.
Echo de menos que a nadie le importe como seas y ser amigos todos de todos. Sin embargo, ves ahora a tus amigos de la infancia y hay algunos que no te hablan, otros que simplemente te saludan y luego están los que con los años no se han perdido y has seguido yendo con ellos, los mejores.
Sinceramente, duele ver a los amigos que ibas con ellos, te reías, jugabas y compartías momentos, que te ignoren, ver como se ha perdido la relación con el tiempo pero la gente cambia y no se le puede hacer nada, simplemente recordarlos con cariño y sin rencor.
Luego están los que se han ido, a los que piensas que ya no volverás a ver. Se desvanece su cara de tu mente pero sin embargo, los recuerdos siguen ahí.
Y finalmente, están los de siempre, los que se han mantenido con los años, con los que, a veces, te echas unas risas al recordar los momentos vividos, como por ejemplo ir preguntando por todo el patio del comedor lo que significa lo que pone en una camiseta, o el baile de fin de curso que bailábamos cada patio y al final sabía todo el colegio como era, o las conversaciones que teníamos, las discusiones... Buenos recuerdos.
Como decía al principio, añoro mi infancia, ser niña, pero tengo un buen recuerdo de ella. Gente que he conocido, que he dejado, que se han mantenido... Todos estarán en mi mente cuando recuerde esos buenos momentos.