Las cosas bonitas hay que vivirlas dos veces.

Sentir el viento en la cara, sentirte libre, la pasión de un beso, una caricia, la emoción de vivir, poder querer y que te quieran, enamorarte, sonreír, hacerte fotos tontas, gritar, correr, sentir que vuelas, dormir profundamente, soñar, sentirte especial, compartir momentos con alguien al que quieres, cantar con la música bien alta, salir de fiesta, ponerte guapa, conocer gente, sentirte alegre, caminar descalza sobre la arena, bailar bajo la lluvia, recorrer el mundo, querer tocar el cielo, jugar, sentirte un niño, hacer tonterías todas esas cosas no se pueden hacer una sola vez las cosas bonitas hay que vivirlas dos veces, porque con una sola vez se hace corto no puedes disfrutar las cosas especiales una sola vez, sería como reír una sola vez. Y aunque sea verdad que no hay nada como la primera vez de las cosas, no tiene que porque no ser especial a la segunda o a la tercera ¿no crees? Porque siempre hay una primera vez para todo pero no tiene que ser la última, por eso vive las cosas dos veces y disfrútalas al máximo, no hay nada más bonito que repetir los momentos mágicos.